Si nunca eres tu mismo, nunca conocerás a Dios |
Si nunca rompes un racimo de uvas en el lagar...
nunca tendrás un vaso de vino que tomar.
Si nunca te arriesgas a perder...
nunca tendrás la oportunidad de ganar.
Si nunca la pena de partir...
nunca conocerás la alegría del regreso.
Si nunca mueres en la siembra...
nunca renacerás en la cosecha.
Si nunca mueles los granos de trigo...
nunca comerás pan.
Si nunca perdonas...
nunca experimentarás el alivio del perdón.
Si nunca te atreves a ser tu mismo...
nunca conocerás a Dios.